El Hombre que vio a la Partera Asesina a Barsut
"El Hombre que vio a la Partera marchaba como atontado con la greñuda cabellera alborotada. Tenía los pantalones superfluamente sostenidos por la pretina, y un trozo de camisa blanca como la punta de un pañuelo escapaba de su bragueta. Y se tapaba la boca con el puño arrojando enormes bostezos. Pero su mirada somnolienta, perdidosa, parecía ajena a su actitud de patán. Eran hermosos ojos los suyos, serios e incoherentes como los de las grandes bestias, entre los párpados pestañudos que sombreaban sus ojeras en un redondo y fino rostro de doncella. Erdosain lo miró, pero el otro pareció no verle, sumergido en su magnífica incoherencia. Luego miró embobado al Astrólogo, éste le
hizo una seña con la cabeza y después de abrirle el candado entraron los tres al establo.
Barsut se levantó de un brinco: iba a hablar. Bromberg describió una curva en el aire y un choque de cráneos contra las tablas retumbó en la cochera. En el polvo el sol alargaba un losange amarillo. Del montón informe se desprendían ronquidos sordos. Erdosain seguía con curiosidad cruel la lucha, y de pronto de la cintura de Bromberg, que estaba abultado sobre Barsut con los dos enormes brazos tensos en la sujeción de un pescuezo contra el suelo, se desprendió el pantalón, quedando con las nalgas blancas en descubierto y la camisa sobre los riñones. Y el sordo ronquido no fue ya. Hubo un instante de silencio, mientras el asesino, semidesnudo, inmóvil, oprimía más fuertemente la garganta del muerto.
Erdosain miraba, nada más."
Roberto Arlt "Los Siete Locos", 1929
2 Comments:
Si se bajó los lienzos mientras lo estrangulaba no hace falta ser Horangel para adivinar que esto acaba muy pero que muy mal.
O muy bien, depende del punto de vista...
Se le cayeron los lompas nomas pues la pretina no estaba bien abotonada, Gustavo.
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