el punto de fuga, me mira inquietante, atónito. Mis movimientos rápidos delatan mis intenciones, primarias, rojas ... amarillas. Es inútil, ya estoy frito, totalmente azulado. El punto de fuga me observa estrategicamente ubicado en el epicentro del desastre pictórico, una cara hecha torta, un corazón hecho añicos.
La cara de frente me encantó, se ve entre azorada y perpleja, como esperando una fatalidad.
por cierto, retomando desde otro coment, Frida tampoco me late, ni siquiera Diego Rivera, con lo cual me he ganado la antipatía de mi esposa que los admira a rabiar a partir de la cinta que hizo la empetatable de la Salma Hayek. Por ahi se acaba de decir que Diego Rivera terminaba los cuadros de Frida para que no se vieran tan gachotes.
Si. Una chica me decia que le gustaba Chopin porque "lo habia visto en la pelicula" y yo le decia que entonces el que le gustaba era Cornell Wilde. Algunas pinturas de juventud de Rivera, las que hizo en Paris, no me disgustan, pero encuentro su obra de muralista detestable. Mis heroes del mural son, lejos, Orozco y despues Siqueiros. Como pintor, el que me vuelve loco es Rufino Tamayo.
5 Comments:
el punto de fuga, me mira
inquietante, atónito.
Mis movimientos rápidos
delatan mis intenciones,
primarias, rojas
... amarillas.
Es inútil, ya estoy frito,
totalmente azulado.
El punto de fuga me observa estrategicamente ubicado
en el epicentro
del desastre pictórico,
una cara hecha torta,
un corazón hecho añicos.
La cara de frente me encantó, se ve entre azorada y perpleja, como esperando una fatalidad.
por cierto, retomando desde otro coment, Frida tampoco me late, ni siquiera Diego Rivera, con lo cual me he ganado la antipatía de mi esposa que los admira a rabiar a partir de la cinta que hizo la empetatable de la Salma Hayek. Por ahi se acaba de decir que Diego Rivera terminaba los cuadros de Frida para que no se vieran tan gachotes.
Si. Una chica me decia que le gustaba Chopin porque "lo habia visto en la pelicula" y yo le decia que entonces el que le gustaba era Cornell Wilde.
Algunas pinturas de juventud de Rivera, las que hizo en Paris, no me disgustan, pero encuentro su obra de muralista detestable. Mis heroes del mural son, lejos, Orozco y despues Siqueiros.
Como pintor, el que me vuelve loco es Rufino Tamayo.
a mi me genera antojo, y más en verano
Interesting!!
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